viernes, 19 de julio de 2013

EL ACEITE DE SÉSAMO

El aceite de sésamo es un aceite vegetal derivado de las semillas del sésamo (llamadas ajonjolí), tiene un aroma distintivo y su sabor recuerda a las semillas de que procede. Se emplea como aceite de cocina en las cocinas del sudeste de Asia como reforzador del sabor.
El sésamo es originario de la India y de África, desde donde llegó a América transportada por los esclavos, quienes utilizaban sus semillas para espesar y dar sabor a gran variedad de platos. En los estados sureños de EE.UU. y en el Caribe, donde el sésamo fue introducido por esclavos africanos, se lo conoce mayormente por su nombre africano: benne.

Las semillas de sésamo poseen una elevada cantidad de proteínas, además de ser ricas en metionina, un aminoácido esencial. Las grasas que contiene son insaturadas, es decir 'buenas', lo que junto a su contenido de lecitina y fitoesteroles las convierte en un alimento que contribuye a reducir el nivel de colesterol sanguíneo. Igualmente son destacables sus muy altos niveles de calcio (que interviene en la formación de huesos y dientes), de hierro (que desempeña numerosas e importantes funciones en el organismo), así como de zinc (mineral que participa en el metabolismo de los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas, e incluso previene la impotencia masculina).

También contienen lignanos, incluyendo la sesamina, un fitoestrógeno con propiedades antioxidantes y anti-cáncer. Entre los aceites comestibles de seis especies, el de sésamo tiene el mayor contenido antioxidante.
Las semillas de sésamo poseen también buenas cantidades de fibra, por lo que su consumo resulta beneficioso para la regulación de la función intestinal.
Las mujeres de la antigua Babilonia comían halva, una mezcla de miel y semillas de sésamo, para prolongar su juventud y belleza; y los soldados de Roma hacían lo mismo para aumentar su fortaleza y energía.
Por otra parte, el ajonjoli es un poderoso energizante, especialmente recomendado para deportistas y para quienes estén expuestos a tareas agotadoras, tanto físicas como mentales o a situaciones de estrés.

La pérdida de memoria, la depresión y el insomnio, entre otros problemas nerviosos, también se benefician con el consumo de semillas de ajonjoli. Además, su contenido en hierro y calcio, le otorga excelentes propiedades en casos de anemia y para determinadas enfermedades óseas.

Por todas estas razones, incorporar semillas de ajonjoli en una dieta balanceada puede constituir una estrategia ideal para prevenir y aliviar, gran número de trastornos.
El aceite de sésamo se extrae a partir del prensado en frío de las semillas sésamo y debe comprarse sin refinar para poder beneficiarse de todas sus propiedades.
Revitaliza la piel y se aplica en los tratamientos contra la flacidez.



Muy útil en forma de mascarilla para el cabello cuando hay mucha sequedad o costras en el cuero cabelludo.
Últimamente se está valorando mucho su eficacia como filtro solar ante las radiaciones UVB. Si además añadimos que favorece el bronceado natural y que hidrata la piel, ya tenemos la clave de su éxito cuando llega el verano.
 En España la firma Najel vende una crema con aceite de sésamo y manzanilla totalmente natural sin parabenes que ayudan a un bronceado suave, uniforme y natural.
Muchas veces las alergias cutáneas de verano no tienen otra razón más que la intolerancia de nuestra piel al aluminio, el titanio, el níquel… que suelen contener los protectores habituales.


El bronceado queda más natural y estaréis cuidando un poquito más de vuestra piel utilizando productos apropiados y dando tiempo a nuestra piel para que tome color.

Contiene gran cantidad de vitamina E.
Alivia irritaciones y descamaciones de la piel .


“Es verdad por que los aceites vegetales no contienen colesterol, ya que el colesterol es propio del reino animal y por ende tanto el girasol, la oliva o el maní no tienen colesterol. Pero es una mentira encubierta, ya que ningún aceite vegetal puede tener colesterol y resaltan esto con el solo objetivo de vender y no educar. No se deje engañar; la calidad de un aceite vegetal no se debe medir por el contenido o no de colesterol, sino por su procesamiento y por la pureza en la extracción.”

 Aquella frase de "Ábrete sésamo" del cuento de "Alibabá y los 40 ladrones" más que una contraseña secreta para que se abra la entrada de la cueva estaría relacionada con las propiedades del sésamo para fortalecer el sistema nervioso. Así, el sentido de la frase sería que se abriese la semilla de sésamo para que, fortaleciendo mi mente, mi intuición fuera capaz de encontrar la entrada oculta de la cueva.

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